Salamanca, en el oeste de España, es una de las ciudades más hermosas de la región de Castilla y León. Por el número de leyendas y mitos que se han acumulado durante su existencia, ganó fama como una de las ciudades más misteriosas y místicas de España. Fue fundada en el año 220 antes de Cristo por el comandante cartaginés Hannibal, luego vino a estar bajo la autoridad de los romanos. Debido a su ubicación cerca de la frontera con Portugal, Salamanca alcanzó su mayor prosperidad en el siglo XVI, ya que se encontraba en la llamada Ruta de la Plata, que se extiende de norte a sur a lo largo de la frontera con Portugal. Debido a ello, se construyó un magnífico puente en la ciudad, que permitía moverse al otro lado del río Tormes. Este puente ha sobrevivido hasta nuestros días.
Salamanca está llena de obras maestras arquitectónicas de diferentes estilos: barroco y churriguesco, mudéjar y plateresco, además de gótico tardío.
En Salamanca se encuentra la Universidad más antigua de España y una de las más antiguas y famosas de Europa, junto con Oxford, La Sarbonna y Bolonia. Fue fundada en 1218. Desde sus inicios, ha sido una escuela para el estudio de la medicina, el derecho, la lógica, la gramática y la música. Entre los estudiantes universitarios más famosos se encuentran, entre otros, los escritores españoles Pedro Calderón de la Barca y Miguel de Cervantes. Una de las leyendas para los estudiantes universitarios es una rana encima de tres cráneos en la fachada del edificio de la Universidad. Dado que la fachada tiene muchos elementos diferentes, no es fácil encontrar una rana, pero para la persona que lo haga, tendrá buena suerte en sus exámenes. Muchos estudiantes, antes de ir a los exámenes, trataron de encontrarla con una mirada, y aún hoy continúan haciéndolo.
La Casa de las Conchas fue construida entre 1493 y 1517 para don Rodrigo Arias de Maldonado, caballero de la Orden de Santiago y profesor de la Universidad de Salamanca. El elemento más destacado del edificio es su fachada de estilo gótico tardío, mudéjar y plateresco, decorada con más de 300 conchas marinas, un símbolo de la Orden y de los peregrinos que realizan a lo largo del Camino de Santiago. Según la leyenda, debajo de una de las fachadas de la casa hay una onza entera de oro (más de 31 gramos), porque en la Edad Media, según la tradición, se solían poner monedas en los cimientos de un edificio en construcción para atraer a la buena suerte, por lo que podrías encontrar un pequeño tesoro en esta Casa de las Conchas.
Ahora el edificio acoge una biblioteca, aunque durante su existencia ha cambiado muchas veces su utilidad. Se dice que durante algún tiempo en su sótano había celdas en las que los estudiantes universitarios delincuentes quedaban encerrados.
Las dos catedrales, el Palacio de Monterrey, la Plaza Mayor, la Casa de los Muertos en la calle Bordadores, la Cueva de Salamanca, el Monasterio de San Esteban - todo esto se abrirá a sus ojos desde esta belleza inusual de la ciudad.