Me llamo Elena, soy de Minsk y he vivido toda mi vida en Bielorrusia. Me enamoré de España desde la primera visita que hice en 2016, algo inexplicable me sucedió en ese momento y luego puso mi vida del revés y además, con cada nueva ruta de este país, entiendo que, a pesar de la distancia de miles de kilómetros, una ubicación geográfica completamente diferente y, al mismo tiempo, un pasado histórico distinto, España es como un gran descubrimiento para mí, un segundo nacimiento. Existe una conexión invisible entre nuestras mentalidades que parece increíble, costumbres parecidas, lo que brinda a todos los que vienen aquí la oportunidad de sentirse como en casa. La cocina nacional se convierte para mí en una incomparable y poderosa ola de felicidad y nostalgia por una infancia sin preocupaciones, donde mi abuela me cocinaba una comida de sabor muy similar al de los auténticos platos españoles. Solo ahora entiendo que esta comida fue la más deliciosa de mi vida.

Ahora vivo en Madrid y estoy felizmente casada con un español. El descubrimiento más importante para mí aquí es no olvidarme de disfrutar de la vida todos los días, sin importar lo que suceda. ¡Los españoles en esto son verdaderos expertos! Y para nosotros, eslavos, esta euforia es muy inusual al principio, pero creedme, te adaptas muy rápidamente. Me gustaría compartir con todos vosotros mi gran amor por España, enseñándoos más acerca de este increíble país.
El viaje que os propongo tiene caracter gastronómico y es un programa elaborado, cada uno de los cuales está lleno de emociones especiales y garantiza sensaciones únicas que nunca olvidaréis después de conocer España, su diversidad de paisajes naturales, clima, cocina, enología, tradiciones y costumbres.

Un enfoque individual que implica rutas turísticas atípicas, el conocimiento de ciudades y castillos antiguos completamente sorprendentes de los siglos XI a XVI que han sobrevivido hasta nuestros días, os permitirá viajar de regreso a la Edad Media, que convive armoniosamente con la vida moderna de sus habitantes, trayéndoles dimensión y calma, e ir a los bares y restaurantes locales que visitan los propios españoles lo cual garantiza una profunda inmersión en la cultura hispánica. Se presta especial atención en estas visitas a la cultura del vino y a su degustación en bodegas privadas, el conocimiento de las variedades de uva típicas de cada región y la tecnología de producción vinícola. El pequeño número de viajeros en el grupo ofrece una experiencia de gran privacidad y el disfrute de toda una gama de sensaciones.

Bueno, ¿estáis listos para un viaje por España?